domingo, 23 de octubre de 2016

Presentación de "El espejo"






La Asociación de Escritores Extremeños (AEEX) está de celebración. Su revista literaria El espejo, que llevaba sin publicarse desde 2005, cuenta desde esta semana con un nuevo número, el 8. Un número que fue presentado el viernes pasado en el Palacio Consistorial "La Jabonera", de Villanueva de la Serena, en un acto al que acudieron autoridades del Ayuntamiento y socios de la Asociación. Un evento en el que, después de los discursos y charlas del Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva, Juan Ramón Santos, presidente de la AEEX, e Hilario Jiménez, uno de los tres coordinadores de la revista, siguieron las lecturas de algunos de los participantes, y un breve concierto a violín. 

Una ocasión especial para mí. Este número 8 recoge una "Radiografía de la literatura joven en Extremadura", con aportaciones de diversos autores nacidos después de 1980. Y he tenido la oportunidad y el honor de haber podido colaborar entre ellos. Lo hago con una reflexión, un breve alegato que escribí durante los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en Orlando, el pasado mes de junio. Un texto que necesité escribir: El miedo






Un placer el estar presente en este ejemplar. Aún mayor cuando me di cuenta de que compartía páginas con colegas y compañeros de fatigas (académicas y literarias) como Antonio Rivero, Anaïs Ávila, David Matías y Juan Ramón Santos. Hace ya unos años, de hecho (curso 2012-2013), participé en un taller literario organizado por la Universidad de Extremadura e impartido por Juan Ramón. Siempre he pensado que aquel taller me ayudó mucho: coincidió con un momento en el que necesitaba escribir, contar cosas, soltar cosas, y me sirvió ante todo para recuperar una rutina que había dejado aparcada. A partir de entonces, no dejé de escribir. Ya ha llovido, pero un pequeñito resultado de aquel taller, y de aquel gusto renovado por tomar la pluma y el papel, está en este texto. Así que, de alguna forma, se cierra el círculo. Y no puedo estar más agradecido: a título individual, y también colectivo, por habernos dado la oportunidad, a todos nosotros, de colaborar en un proyecto sin duda de importancia para la Asociación. 

Una última anécdota. Llegué tarde a la presentación, como no podía ser de otra manera (un consejo: si vais a Villanueva de la Serena, Google Maps no reconoce el Palacio Consistorial "La Jabonera"). Me encontré de golpe con un ejemplar en la mano y la petición de que leyese frente al público mi texto. Con las prisas, ni siquiera caí en la cuenta de presentarme, ni de introducir lo que iba a leer. Bueno: son gajes del oficio. Doy las gracias, igualmente, por la oportunidad de haber podido presentarlo en voz alta. 




Fotografías extraídas de la web oficial de la AEEX (www.aeex.es)

Podéis descargar el número 8 de El espejo aquí, y disfrutar así de sus textos. Quitando la parte que me toca, su lectura merece la pena, tenedlo por seguro.   

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